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El día miércoles se dio a conocer un hecho que impactó a toda la comunidad de Río Gallegos: un joven, el cual iba a recibir una condena por abuso sexual, decidió intentar suicidarse durante el inicio del juicio abreviado en su contra. El hecho tuvo lugar en la Cámara Oral de la ciudad de Río Gallegos y acusado, quien ahora se encuentra internado en el Hospital Regional de Río Gallegos, había consumido una cantidad de pastillas no determinada antes de ingresar al recinto, cuyo envase fue previamente hallado por el personal policial que lo custodió hasta el lugar.

 

 

 

El implicado en el caso de abuso comenzó a dormitar mientras se celebraba el juicio para, posteriormente, desvanecerse por completo. El joven debió ser retirado por el personal médico del lugar y llevado rápidamente al nosocomio local para su posterior internación. El acusado debía enfrentar un juicio por abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo en contra de su propia hermana de, en ese entonces, tres años de edad ocurrido en el año 2020, cuando el joven tenia 18 años de edad.

 

 

 

La madre del joven y de la víctima dialogó con un medio local y se refirió al juicio que tiene como principal acusado a su propio hijo: “Estoy pidiendo justicia para mi hija, nada más que eso. Hace cinco años que peleo sola, sin abogado, sin contención, sin nadie que me escuche”, relató. 

 

 

 

El mensaje antes del juicio

La mujer contó a este mismo medio que, minutos antes del juicio abreviado, había recibido un mensaje de su propio hijo en donde advertía lo que iba a hacer: “Me enteré por un mensaje que me mandó él.veinte minutos antes de que empezara el juicio. Lo vi horas después, en la bandeja de spam. Nadie avisó nada”, indicó.

 

 

 

El hecho

En el mes de enero del año 2020, la pequeña de tres años le relató a su madre lo que había ocurrido con su hermano. La mujer, impactada ante lo sucedido y ante la crudeza con la que su pequeña le había contado el calvario que había vivido, decidió radicar la denuncia en la Comisaría: “Ella habló con la inocencia de una nena, pero con una claridad que estremecía. En la Cámara Gesell lo repitió todo. Las pericias médicas confirmaron que había sido abusada en más de una oportunidad. Es imposible olvidar ese momento”, rememoró.

 

 

El joven, de entonces 18 años, escapó de la ciudad y se refugió en la impunidad durante tres años: “Estuvo tres años desaparecido, se fue de la ciudad y nadie lo buscó. Después supe que trabajaba en una parada de taxis. Todo el tiempo en la calle, como si nada”, contó al medio. 

 

 

Por otro lado, la mujer señaló que ni ella ni su hija recibieron el acompañamiento necesario, por lo que ambas debieron sobrellevarlo por cuenta propia: “A mi hija la atendieron apenas veinte días. Nos dijeron que íbamos a tener asistencia psicológica, pero nunca más nos llamaron. Nadie nos explicó que yo tenía que tener un defensor para poder ser querellante. Nadie. Todo lo hice sola”, situación que la dejó fuera de la causa que tiene a una de sus hijas como víctima y a su propio hijo como victimario. La madre del joven también contó al medio que no se le dio aviso siquiera sobre el inicio del juicio abreviado: “Fui al Tribunal y me dijeron que era un juicio abreviado, que no tenían obligación de avisarme ¿Cómo que no? Yo soy la madre de la víctima. Estuve cinco años golpeando puertas y me dejaron afuera”, indicó.

 

 

A causa de lo sucedido, el juicio fue suspendido y el acusado se encuentra internado en el Hospital Regional de Río Gallegos con custodia policial. En referencia a la medida que decidió tomar su hijo para no confrontar su condena, la mujer expresó que “no quiero que muera, quiero que pague lo que hizo. Que se haga responsable, que se mire al espejo y sepa el daño que provocó. No hay castigo que borre lo que hizo, pero mi hija necesita justicia para poder sanar”, finalizó.

 

 

Fuente: La Opinión Austral

Autor: admin