En un ecosistema mediático saturado por las grandes urbes, ejercer el periodismo desde el sur es una declaración de principios. Este texto reflexiona sobre el desafío y la riqueza de narrar desde los márgenes del mapa.
Hacer periodismo desde el sur de Argentina es, en muchos sentidos, una forma de resistencia. Lejos de los grandes centros de poder, las historias locales no suelen tener cabida en los titulares nacionales. Sin embargo, es aquí donde se gestan luchas, donde florecen comunidades, donde lo cotidiano revela tramas profundas.
Elegir contar lo que ocurre en Trelew, en Puerto Madryn, en Esquel o en las pequeñas localidades del sur, es también elegir una mirada. Una que desafía el centralismo informativo y propone otros ejes para entender la realidad.
Como periodista chilena radicada en Argentina, veo en estos paisajes compartidos —cordilleras, vientos, acentos cruzados— una oportunidad para tejer narrativas que crucen fronteras y acerquen realidades.
