La lactancia, como todo aquello que se vuelve un tabú, arrastra consigo una serie de mitos, leyendas -y verdades- sobre su desarrollo y proceso. Existen decenas de mitos sobre la lactancia: desde aquellos que aseguran que la misma causa un dolor insoportable como quienes señalan que cuando una madre que se encuentra en proceso de lactancia escucha llorar un bebé la producción de leche en su cuerpo se incrementa considerablemente. En un nuevo informe de Ciberperiodismo Javiera Nasser enmarcado en la Semana de la Lactancia Materna 2024 vamos a desmitificar algunas cuestiones relacionadas a la lactancia.
Lactancia materna ¿un proceso fácil?
En la mayoría de los casos de lactancia materna los bebés nacen con un reflejo natural para buscar el pecho de su madre. Sin embargo, muchos recién nacidos no nacen con ese instinto por lo que las madres necesitan un apoyo práctico para, de esta forma, posicionar a su bebé de la forma correcta y asegurarse de que el mismo se encuentre bien agarrado al seno. En estos casos, el acompañamiento del círculo cercano a la madre se vuelve un factor fundamental, ya que a lo largo de este proceso la madre necesita espacio y apoyo según señaló a Ciberperiodismo Javiera Nasser la puericultora Daniela Lafuente: “No es una responsabilidad que la lactancia se establezca y continúe en el tiempo únicamente para la persona que amamanta, sino que es algo que debe ser sostenido y acompañado por todo el entorno inmediato y obviamente el comunitario. Imagínatelo como un círculo que va desde la parte central, que va a ser la persona que amamanta con su bebé, su familia nuclear, su pareja si hay, o el acompañante que esa persona elija, la familia directa, el entorno directo, los amigos, después el cuerpo profesional que vaya a acompañar el desarrollo de ese bebé”, indicó.
La lactancia materna se trata de un proceso que si bien muchas veces suele desarrollarse de forma innata, en otras ocasiones se convierte en un aprendizaje tanto para la madre como para el niño: “Quizás para el imaginario social sólo se trata de dar la teta, es prender al bebé en el pecho y listo, y no. Es un mecanismo mucho más complejo, es una conducta que es aprendida para la persona que amamanta, es una conducta innata para el recién nacido, porque así están codificados biológicamente, pero para la persona que va a llevar a cabo la lactancia, es algo que debe aprender”, resaltó la puericultora en diálogo con Ciberperiodismo Javiera Nasser.
Dolor y lactancia
Muchos profesionales de la salud aseguran que, si bien pueden existir una serie de “molestias” a la hora de amamantar, el dolor en los pezones durante este proceso no se trata de algo normal sino que puede ser signo de alguna infección en el seno o de que el bebé no esté prendido al pecho de forma correcta por lo que se recomienda que, en el caso de que se presente un dolor severo a la hora de amamantar, se concurra a un profesional especializado pero, en términos generales, la lactancia no suele presentar dolor alguno.
Otro de los mitos a derrumbar es que, al momento de amamantar, los pezones deben ser lavados minuciosamente para evitar “traspasar” alguna bacteria al recién nacido. Sin embargo, los bebés nacen familiarizados con los olores de su propia madre y, los pezones, producen una sustancia que el bebé puede oler al igual que posee “bacterias buenas” que ayudan a los recién nacidos a desarrollar su sistema inmunológico saludable.
Lafuente señaló a Ciberperiodismo Javiera Nasser que una de las claves más importantes para poder llevar adelante un buen proceso de lactancia es el acceso a la información durante y luego del embarazo: “No es lo mismo una persona que se informa y se prepara en el embarazo para poder quitarse dudas, practicar y conocer a aquella que inicia su lactancia sin ningún tipo de información. Las dificultades que van apareciendo, las más comunes, son en torno a la prendida”, indicó.
“El sentir dolor al momento de que se tenga la teta, que el pecho se puede lastimar o se puede agrietar. Ahí empiezan a desencadenarse procesos que pueden llegar a generar que se produzca un destete precoz. Cuando tenemos información, cuando tenemos acompañamiento, eso tiende a no aparecer”, añadió remarcando que aquellas personas que se encuentran más preparadas para enfrentar el proceso de lactancia “reconoce más fácilmente cuando hay una dificultad y la puede trabajar a tiempo. Y ahí garantizamos una lactancia más duradera”, cerró.
Lactancia tándem
Otro de los mitos que surgen a lo largo de la lactancia es cómo la lactancia tándem -es decir, cuando una madre que todavía se encuentra en proceso de lactancia se embaraza nuevamente- puede “perjudicar” al embarazo. La lactancia tándem es una práctica común e, inclusive, se puede continuar amamantando tanto al bebé recién nacido como a aquel que continúa en proceso de lactancia al mismo tiempo.
Algunos señalan que, al llevar adelante una lactancia tándem, el niño que se encuentre siendo amamantado tomará muchos más nutrientes de los “necesarios” por lo que la madre y el feto podrían verse gravemente afectados. Sin embargo esta creencia es errada, ya que -naturalmente- el cuerpo de la madre se encuentra preparado para regular la producción de su leche para, de esta manera, no exponer su salud por lo que la misma se reduce.
Por otra parte muchos aseguran que la lactancia tándem potencia el contagio de enfermedades entre hermanos pero no existen pruebas científicas que respalden que, al compartir el pecho, ambos niños puedan contagiarse enfermedades entre sí. Otros aseguran que el proceso de lactancia materna estará adaptado solamente al hermano mayor, de forma que el nuevo bebé no podrá obtener los nutrientes necesarios. Sin embargo, naturalmente el cuerpo de la madre se adaptará para dar prioridad al bebé menor a él con la generación de calostro.
Los mitos en relación a los procesos de lactancia son numerosos. Sin embargo, la experiencia personal de cada una de las madres es diferente y, por ende, todos los desarrollos de lactancia van a ser diversos. Ante todo, se recomienda recurrir a un profesional de la salud como así también informarse sobre los procesos de lactancia.