A poco más de un mes del comienzo del invierno, las calles de Río Gallegos se han convertido en una postal de la falta de empatía y esto se ha evidenciado en la gran cantidad de perros que circulan por las mismas y la poca -o casi nula- cantidad de cuchas que hay para los mismos.
En años anteriores, hubo un gran movimiento y arduo trabajo por parte de un grupo de vecinos solidarios que se dedicaron a la creación de numerosas cuchas las cuales fueron destinadas a los perros callejeros, cuchas que luego fueron retiradas por el Municipio mediante actas de infracción hacia los propios vecinos que residen en las zonas en las cuales se encuentran las cuchas. Esta situación fue evidenciada por la Asociación de Política Animalista Santa Cruz la cual, a través de sus redes sociales, compartió un descargo en donde intimida al Municipio a revertir sus acciones y llevar adelante políticas de castraciones masivas para controlar la sobrepoblación animal de las calles de la ciudad capital: “El intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, está impulsando el retiro forzoso de cuchas destinadas a animales comunitarios en las veredas de nuestra ciudad mediante actas de infracción que carecen de respaldo legal en cualquier Ordenanza Municipal vigente”, señala el comunicado.
En el mismo, la Asociación dedicada a la defensa de los derechos de los animales argumenta que dichas acciones “contradicen directamente la Ordenanza Municipal Nº 8426/14 que establece el marco para la Tenencia Responsable de Mascotas y que, a su vez, adhiere a la Ley Nacional de Protección Animal Nº 14.346” al igual que señalan que, en vez de que exista un fortalecimiento y la promoción del respeto hacia dicha normativa, “el Municipio opta por criminalizar los esfuerzos solidarios de vecinos que cuidan animales abandonados”.
Acta de infracción por parte del área de Zoonosis Municipal labrada a un vecino que poseía una cucha solidaria a las afueras de su vivienda.
“Pablo Grasso lleva dos gestiones al frente del Municipio y, en todo este tiempo, no ha garantizado políticas públicas efectivas de control poblacional canino y felino. Las castraciones gratuitas, descentralizadas, tempranas y sostenidas en el tiempo que son el único método ético y efectivo para resolver la problemática de la sobrepoblación animal, siguen siendo insuficientes o mal gestionadas, pese al trabajo incansable de voluntarios”, agregaron.
Por último, exigieron la detención de la “persecución injusta” y solicitaron enfocar los recursos municipales en cumplir la Ley basada en la educación, la castración masiva y gratuita, la política inclusivas que protejan a los animales y que reconozcan a los vecinos que trabajan incansablemente por su bienestar.
