Por aquellos años, un imponente espacio se encontraba ubicado en el corazón del centro de la ciudad de Río Gallegos. Su cartel neon luminoso color rojo y sus grandes e iluminadas carteleras que le recordaban a los transeúntes los estrenos en sala se hacían notar a varias cuadras e impulsaban a quienes pasaban por allí a entrar ya sea para tomar un café, mirar alguna que otra tienda o subir esa escalera forrada con una alfombra roja inconfundible que te llevaba a un lugar mágico, repleto de asientos y una pantalla gigante que parecía hacer que los personajes que se proyectaban en ella la traspasarían.
Hoy, el Cine Teatro Carrera es un simple recuerdo en el inconsciente colectivo de todos los ríogalleguenses, una sombra que se vislumbra cada vez que uno pisa aquel suelo que, años atrás, fue el lugar de encuentro de tantos de nosotros en nuestra infancia, adolescencia o adultez, para aquellos cuyas cabezas actualmente se encuentran escarchadas de años.
Se ha intentado, en varias oportunidades, replicar el espacio pero a pesar de las buenas intenciones jamás se ha podido volver a revivir esa magia que el cine traía. Se han abierto salas de cine en la ciudad, hay distintas instituciones educativas que ofrecen funciones de cine e inclusive espacios en donde se proyectan películas, pero ninguna como el Cine Teatro Carrera.
El Cine Teatro Carrera estuvo emplazado, durante muchos años, en la calle Julio Argentino Roca (actual Avenida Kirchner).
Reviviendo el pasado
Inclusive, ante la insistencia nostálgica de quienes hemos caminado estas calles desde hace ya muchos años, se han comenzado varios proyectos vaticinando la posibilidad de poder -nuevamente- volver a dar vida al tan anhelado Cine Carrera en su emblemática esquina, ubicada en la Avenida Néstor Kirchner -antigua calle Roca- y Fagnano.
En el año 2022 la Municipalidad de Río Gallegos, encabezada por Pablo Grasso en su primer mandato como intendente local, comenzó a proyectar la reapertura del Cine Teatro Carreras y, ante esto, los ríogalleguenses recibieron la noticia con mucho entusiasmo. En ese entonces, Grasso relató que se alquiló el local en el cual se encontraba emplazado el lugar años atrás: “Alquilamos el viejo Teatro Carrera para que vayan los jóvenes y no tan jóvenes, que no sólo sea un espacio comercial sino un espacio recreativo para disfrutar en familia”, indicó años atrás.
Tras el anuncio del jefe comunal en el 2022, la gente se vio muy feliz y entusiasmada de poder revivir aquellas épocas. Ante esto, las redes sociales -tanto Instagram como Facebook- se volvieron un álbum de recuerdos para muchos de los que, en algún momento, pudieron disfrutar de sus cálidas salas que daban ganas de no irse nunca de ahí.
Por otro lado, la posible reapertura del Cine Carreras reavivó las memorias de quienes, en algún momento, trabajaron allí y comenzaron a reconstruir las experiencias de lo que fue haber formado parte de un lugar tan emblemático para la ciudad. Guillermo Herrera era un trabajador fundamental para el funcionamiento del Cine Carrera, ya que -desde el año 1992- él se encargaba de proyectar las películas como así también era el encargado del mantenimiento de la sala. Guillermo recordó cómo fue su paso por ese lugar: “El inicio de la reapertura del Cine fue en 1991. Estaba cerrado hacía varios años y abandonado hasta que lo compró el empresario Juan Carlos Mauri y me ofreció trabajo para ponerlo en marcha”, contó.
La cartelera del Cine Teatro Carrera iluminaba las calles y a sus transeúntes. Fotografía: Claudo González
Otra de las anécdotas que Guillermo contó es que, mientras arreglaba las butacas y algunas cosas de la sala, siempre se encontraba con un montón de palomas.
Por su parte Javier, actual dueño del local Darkside de tattoo, indumentaria, figuras coleccionables, piercing y más que -en ese entonces y en sus primeros años de vida- estuvo ubicado en la galería del Cine Teatro Carrera recuerda cómo fueron esas épocas: “Teníamos un local que tenía 2x3 metros al costado lateral derecho”, contó y rememoró que, por esos años, no existían otros locales de tatuajes y piercings en la ciudad: “Estuvimos acá -en el Cine Carreras- varios años. En un momento teníamos un local de ropa y el de tatuajes y luego pasó a ser todo uno solo en una parte grande”, recordó.
Amargo cierre
Hubo un momento en el que los videoclubs comenzaron a convertirse en una competencia fuerte para el Cine Carrera, ya que la gente podía alquilar una película y llevarla a su casa para verla cuántas veces quisiese. Cada vez, menos niños corrían por las salas de aquel lugar, menos pochoclos se caían en el piso y las risas se iban apagando cada vez más. Aquellas escaleras alfombradas cada vez eran menos frecuentadas hasta que un día se realizó, sin saberse, la última función.
Javier y Guillermo recordaron, en ese entonces, ese día con tristeza y cómo la tienda de electrónicos “Garbarino” se fue apoderando de lo que en algún momento fue un espacio destinado a toda la familia: “Primero estaba en el lateral izquierdo, era chiquito, y luego ocupó el lugar del fondo. Nosotros ya veíamos que iba agarrando parte de la galería, pero no sabíamos si el cine iba a cerrar o seguiría funcionando”, contó Javier.
El Cine Teatro Carrera de Río Gallegos comenzaba a dar sus primeros pasos. Fotografía: Opakac
Ambos trabajadores del antiguo Cine Teatro Carrera recordaron que llegó un momento en el que, inclusive, había funciones que no tenían espectadores. Por su parte, Guillermo recordó el día del cierre del Cine como si hubiera sido ayer: “Después de que cerró y lo empezamos a desarmar para entregárselo a Garbarino era un llanterío bárbaro de parte mía. Estuve trabajando hasta que lo terminé de desarmar y luego me mudé a LU14”, contó con pesar.
Finalmente el proyecto de reapertura del cine que, en ese entonces y antes de las complicaciones económicas que atravesaría todo el país, era anhelado por todos los ríogalleguenses quedó solamente en eso, un proyecto y una ilusión para todos aquellos que en alguna etapa de su vida pudieron disfrutar de sus funciones y la calidez que el espacio brindaba.
Javier y Guillermo, trabajadores del Cine Teatro Carrera de Río Gallegos.
La Historia del Cine Carrera
El Cine Teatro Carrera fue fundado, en sus inicios, por Marcelino López y Joaquín González dueños del Cine y Teatro Colón y se inauguró en la ciudad en el año 1946 con la película “Las llaves del reino”. En el año 1968 el cine sufrió un voraz incendio en su confitería dejando tras de sí grandes daños en la estructura del mismo. Sin embargo, el mismo fue reacondicionado de nuevo y volvió a su normal funcionamiento.
Niños disfruaban de las funciones del Cine Teatro Carrera en el año 1963-1966. Fotografía: Archivo Histórico Municipal Río Gallegos - "Mi Río Gallegos"
En el año 1995 fue comprado por su nuevo dueño, Juan Mauri, quien convirtió el lugar no sólo en un cine sino en una confitería y un espacio de encuentro rodeado de locales comerciales y, en su parte alta, departamentos para viviendas. En el año 1999 Mauri decidió vender el emblemático edificio, el cual se mantuvo abierto hasta el año 2007 cuando cerró sus puertas definitivamente.
Actualmente, el Cine Teatro Carrera se mantiene vivo en el inconsciente colectivo de todos aquellos que supieron recorrer sus instalaciones por aquellos años en los que todo parecía más sencillo. Hoy es homenajeado, por ejemplo, en un sándwich denominado “Lomo Carrera” en honor a estas salas de cine en una famosa confitería emplazada en un lugar emblemático de la ciudad. Ahora, el edificio es ocupado por la reconocida casa de Regalaría y Bazar “Bazar y Cia” y las proyecciones de sus películas fueron reemplazadas por cientos y cientos de estrenos en famosas plataformas de streaming, pero nada podrá reemplazar lo que fue vivir las épocas de oro del cine en aquellas salas, rodeadas de olor a pochoclo recién hecho y risas que jamás se apagarán.