Cada vez son más los hechos delictivos que tienen en vilo a la ciudad de Río Gallegos y, hace tan sólo unas horas, se dio a conocer un caso que deja temeroso a más de un vecino de la localidad no sòlo de la zona en donde ocurrió el robo, sino de toda la capital ya que son varios lugares en donde se han reportado hechos de similares características.
En las últimas horas se dio a conocer, a través de un reconocido grupo de denuncias de la ciudad de Río Gallegos, un robo que tuvo como víctima a un vecino de la localidad que reside en la calle Belgrano. En la publicación, el vecino relata que un ladrón logró ingresar a la fuerza a su vehículo para, posteriormente, robar todo lo que se encontraba en su interior: “Este delincuente, por así llamarlo, entró a mi auto y no sólo hizo daño rompiéndome la puerta, sino que robó todo lo que tenía adentro, que fue ropa nueva que había traído para vender. Se llevó todo; un parlante, tarjetas y la ropa que anteriormente dije: pantalones, remeras, etc”, relató el afectado.
El vecino víctima de robo compartió un video de una cámara de seguridad residencial en el cual se puede observar cómo el ladron pasa frente al auto que, tan sólo unos segundos después, desvalijará y lo mira evaluando la situación y la forma en la que podría ingresar al mismo. Luego de esto, se acerca al rodado para forzar la puerta y, de esta manera, romperla y finalmente abrirla para poder hacerse finalmente con el botín que el ladrón, tranquilamente, fue juntando y dejando a un costado a medida que lo iba retirando del vehículo.
El hombre, consternado ante la gran pérdida monetaria que significó el robo, pidió ayuda a la comunidad para dar con el paradero del ladrón: “Esto fue en Belgrano al 850. Tenemos las cámaras de los vecinos. La denuncia ya fue hecha, pero si podemos saber dónde vive lo agradecería, por favor”, cerró la publicación cargada de impotencia.
Tras esto, los mismos vecinos comenzaron a compartir el post asegurando que, ante la posible ocurrencia de estos casos, es mejor mantener los vehículos vacíos sin ningún objeto de valor dentro para que, en el caso de que ocurra algún caso similar, el daño y la pérdida sean lo menores posibles.
