Río Gallegos está repleta de historias superadoras y esperanzadoras, y una de ellas es la de Martina Leiva Campos. La vida de la joven cambiaría de un día para otro sin saberlo ya que, un primero de febrero, Martina debió ser derivada a la provincia de Buenos Aires para que se le realizasen una serie de estudios complementarios. Luego de los mismos, y llegado el mes de marzo, fue diagnosticada con una rara enfermedad llamada Sarcoma de Ewing, es decir, un cáncer bastante abrasivo que ataca tanto los tejidos blancos como los huesos.
En ese instante en el que fue diagnosticada, la vida de Martina dio un vuelco inesperado y todo lo que tenía planificado debió frenarse de forma abrupta, entre eso, su fiesta de quince años. Le informaron a su familia que la joven debía realizar un tratamiento que tendría una duración de aproximadamente 40 semanas durante las cuales debió llevar adelante 10 quimioterapias, una operación y 31 sesiones de radioterapia para, de esta manera, eliminar de forma definitiva la enfermedad que la consumía cada día un poquito más.
Fotografía: Leandro Franco / La Opinión Austral
Martina, a pesar de su corta edad, se comportó de una manera muy valiente y, junto al acompañamiento indispensable de toda su familia, pudo superar una de las etapas más difíciles de su vida y hoy puede volver a soñar en grande junto a todos sus seres queridos. Hoy lunes 23 de diciembre, la joven de quince años volvió a la ciudad de Río Gallegos luego de haber superado el cáncer y un gran número de personas, entre amigos, familiares y conocidos, la esperaron emocionados en el aeropuerto con carteles y pancartas. Al momento de su llegada, recibió un cálido abrazo por parte de todos.
Su madre, por su parte, dialogó con un medio local y expresó que se trató de un momento muy emocionante para todos pero, especialmente, para Martina: “Por mi parte es muy emocionante, fue mucho tiempo el que vivimos lejos. Ella está feliz y es lo que a mi me importa”, destacó, Martina, por su lado, también tuvo la oportunidad de dialogar con los medios y señaló la gran sorpresa que le generó el haber sido esperada por tantas personas: “No me esperaba todo esto, yo pensé que iba a venir mi familia nomás, no sabía que iba a venir tanta gente”, destacó.
“Tenía muchas ganas de volver, le puse todas las ganas a volver”, agregó en referencia a su gran lucha que la ayudó a aferrarse a la vida.
Martina forma parte de un gran linaje de mujeres fuertes y valientes. Entre ellas, su abuela y su bisabuela, quienes la esperaban ansiosas en el aeropuerto para poder abrazarla nuevamente. Marcela, la abuela de Martina, rememoró todo el proceso del tratamiento de Martina: “Fue un proceso largo y triste, porque ella cumplió quince años y a los cuatro días la diagnosticaron. Entonces, se suspendieron un montón de cuestiones que iban a darse este año como el hacer su cumpleaños número quince. Desde el mes de enero, aproximadamente, que se encuentran derivadas en la provincia de Buenos Aires”, explicó.
Fotografía: Leandro Franco/ La Opinión Austral
Rosa señaló que, en un principio, Martina poseía un diagnóstico bastante desesperanzador respecto a su enfermedad pero que, para sorpresa de los médicos, tuvo una recuperación milagrosa: “Había unos diagnósticos bastante negativos. Se decidió derivarla y, por suerte, la derivación fue inmediata. Ella estuvo en tratamiento de radioterapia y quimioterapia con todas las consecuencias propias del tratamiento, más en una persona joven. Pero, por suerte, fue en una cirugía realizada en el mes de junio en donde le extirparon el tumor ya que ella tenía un diagnóstico de un Sarcoma de Ewing, que es un cáncer muy invasivo característico de los adolescentes”, relató.
“Es un cáncer poco común, y justo se dio el caso de Martina así que también estuvo en estudio y sus biopsias ayudaron para otros chicos que puedan llegar a padecer la misma patología que ella”, añadió señalando que el caso de Martina no sólo se transformó en un emblema de la lucha contra el cáncer sino que también sirvió para ayudar a muchos más jóvenes que atravesarán por lo mismo.
Por su parte Rosa, la bisabuela de Martina, contó que debieron turnarse con los familiares para viajar a ver a la joven a la provincia de Buenos Aires: “Fuimos casi toda la familia a Buenos Aires, nos íbamos turnando. Siempre estuvieron acompañadas”, puntualizó.
Martina no sólo fue recibida con abrazos, carteles y regalos, sino que también el personal de la División Bomberos la recibió con un camión cisterna en donde la trasladaron hacia la ciudad, para ser recibida por una gran caravana de autos que celebraron su llegada: “Los bomberos tuvieron una predisposición excelente. Desde el primer momento se prendieron a esto. Se re portaron”, agradeció Marcela. Martina, si bien ya se encuentra completamente recuperada del cáncer, deberá volver en el mes de enero a la provincia de Buenos Aires para realizar su última operación, en donde le sacarán el cateter y, tras esto, deberá realizar controles periódicos.
Por último, el padre de Martina expresó sus ansias ante la llegada de la pequeña: “Estamos ansiosos de que llegue. Vino un montón de gente a verla. Estamos muy contentos y emocionados”, expresó y evidenció una gran emoción sobre el hecho de que su hija pueda pasar las navidades junto a su familia: “Es hermoso que ella pueda pasar las fiestas acá, que es lo que ella quería. Salió todo como lo soñamos, es muy emocionante todo”.
Para cerrar, el padre envió un mensaje a todos aquellos padres que se encuentran atravesando una situación similar a la que él debió atravesar junto a la madre de Martina y señaló que deberán “tener fe y tratar de estar tranquilo, aunque sea muy difícil. Hay que dar aliento y estar, que es lo que ayuda mucho”, finalizó.