Los casos de crueldad animal continúan conmoviendo, con la misma intensidad que siempre, a toda la comunidad lo cual genera un repudio generalizado. En las últimas semanas, se han dado a conocer en la ciudad de Río Gallegos una serie de sucesos calificados como de crueldad animal que tuvieron como tristes protagonistas a un perrito y a un gatito.
En primera instancia, se dio a conocer a través de las redes sociales la historia de Valentín, un perro que fue bautizado de esta manera debido al día en el que ocurrió su accidente (un 14 de febrero) y a su valentía y a su fuerza para aferrarse a la vida luego de haber sido arrastrado durante aproximadamente seis kilómetros mientras se encontraba atado a un automóvil. Días después de lo sucedido y tras una campaña en donde los rescatadores de Valentín solicitaron a la comunidad toda la información posible acerca del actor responsable de causarle grandes heridas a Valentín, finalmente se dio a conocer la identidad del sujeto que llevó adelante tal acto de crueldad animal y muchos vecinos, luego de identificar su lugar de trabajo y nombre, comenzaron a pedir a la empresa en donde presta servicio que lo despidan al igual que solicitaron a las autoridades que se le retiren de sus viviendas las demás mascotas que tiene en su poder para evitar un nuevo episodio similar al que debió sufrir Valentín.
Los voluntarios entregaron a los transeúntes folletería sobre concientización del maltrato animal.
Y, como si este acto de extrema crueldad no fuera suficiente teniendo en cuenta que el hombre debió arrastrar a Valentín cientos de metros mientras este lloraba desesperadamente del dolor, días atrás se dio a conocer otro caso de maltrato animal en el cual un gatito quedó atrapado en una trampa que fue ubicada, de forma reprochable, en una vivienda del barrio Ayres Argentinos de la ciudad capital. El gato, como consecuencia de las heridas causadas por la sanguinaria trampa, debió ser operado de urgencia y perdió una de sus extremidades a causa de las graves heridas.
Ante estos deplorables actos de crueldad animal, un grupo de proteccionistas pertenecientes a diferentes fundaciones que bregan por el bienestar animal de la capital provincial decidieron autoconvocarse para llevar adelante una marcha el pasado sábado 1 de marzo en la Plaza San Martín, ubicada en el corazón de la capital provincial.
En este marco, Ciberperiodismo Javiera Nasser concurrió a la marcha y dialogó con Cristina y Norma, dos proteccionistas, quienes señalaron que la idea de llevar adelante esta marcha nació de “un grupo de voluntarios. Luchamos siempre contra el maltrato animal y el caso que conmovió a la ciudad de Río Gallegos fue el caso de Valentín, que fue atado y arrastrado por varios metros sobre la Avenida Asturias, lo cual nos ha llevado a poder hacer visibles estos casos para poder luchar contra la violencia y el maltrato animal”, indicó.
Cristina señaló que, si bien existe una Ley Nacional que establece la definición y tipifica los delitos de maltrato animal y los diferencia de la llamada crueldad animal, en el caso de Valentín, “se había tipificado como un caso de maltrato. Si tenemos las pruebas podría ser acusado el sujeto como caso de crueldad animal”, señaló al igual que solicitó a la comunidad y a todas aquellas personas que hayan sido testigo de lo sucedido con Valentín, que aporten su testimonio para poder llevar adelante una causa penal contra el autor de lo sucedido: “Es darle voz a los que no la tienen como son los animales”, resaltó.
La marcha contó con una gran convocatoria por parte de los vecinos, voluntarios y proteccionistas de la localidad.
Por otro lado, la proteccionista señaló que desde el Honorable Concejo Deliberante se presentó un proyecto para la creación del Consejo para la protección y el cuidado de los animales: “La idea es que varias asociaciones formen parte del Consejo Municipal para poder reglamentar lo que establece no sólo la Ley sino también la Ordenanza Municipal para el cuidado de los animales”, remarcó.
“Hay muchos casos de maltrato. Desde no darles de comer hasta tenerlos encerrados. Está muy bien definido tanto en la Ley como en la Ordenanza Municipal cuáles son los casos que pueden ser caratulados como maltrato y crueldad animal. Necesitamos un cambio cultural, incluso la existencia de la norma no garantizan de que no existan casos de maltrato o crueldad animal. Hay que usar ejemplos y hacer más cruda la Ley”, puntualizaron las proteccionistas.