Hace poco más de un año que la presencia de Blanca falta. Sus risas, chistes y sonrisa se extrañan en cada rincón de su hogar, en donde viven sus dos pequeños de tan sólo 17 y 11 años, al igual que su espacio jamás será ocupado en su lugar de trabajo, en donde sus compañeros la extrañan todos los días.
Blanca, a pesar de su corta edad (tenía tan sólo 38 años al momento de fallecer) se había convertido en una mujer demasiado fuerte y resiliente luego de que la vida le pusiera un fuerte desafío en su camino: con tan sólo 26 años y un hijo pequeño a su cargo había sido diagnosticada con leucemia, un cáncer que se desarrolla en las células sanguíneas, especialmente en la médula ósea por lo que, en el año 2015, recibió su primer trasplante. Blanca había sabido sortear la enfermedad por aproximadamente 12 años hasta que, de forma repentina, su salud volvió a deteriorarse y en el año 2023 debió volver a someterse a una cirugía de trasplante de médula osea.
Luego de que se llevara a cabo dicha operación, que se esperaba en ese entonces que sea tan o más exitosa que la primera, la salud de Blanca comenzó a deteriorarse notablemente debido a un virus intrahospitalario que contrajo al momento de su internación. Ante esto, la madre de dos niños debió ser derivada de urgencia a la provincia de Buenos Aires en donde fue internada en el Hospital Italiano, en donde permaneció hasta sus últimos días. A pesar de las miles de oraciones que se habían realizado a su nombre por parte de sus familiares, amigos, conocidos, colegas y de la comunidad en general, la salud de Blanca continuaba empeorando y su pronóstico no era para nada alentador. Finalmente Blanca, a sus jóvenes 38 años de edad, falleció tristemente dejando tras su ida una familia destrozada que, hasta el día de hoy, llora su ausencia.
La muerte de Bianca fue una gran conmoción no sólo para su familia sino para toda la comunidad en general ya que habían sido muchas las personas que, de alguna u otra forma, habían tenido trato con la joven y cruzado alguna que otra sonrisa.
El último adiós
Los restos terrenales de Blanca fueron traídos el día 09 de agosto del año 2023 a la ciudad de Río Gallegos en donde la esperaban un gran número de personas en el Aeropuerto, quienes portaban carteles con emotivas leyendas tales como “No se muere quien se va, se muere quien se olvida. Siempre en nuestro corazón, Blanca” o “Hasta siempre, guerrera”, mensajes que acompañaron a la joven hasta su destino final y que hoy son el lema principal de su lucha y del de muchas otras personas que se encuentran atravesando una situación similar.
Un hermoso homenaje
La pérdida de Blanca fue un antes y un después para muchos de sus seres queridos, la vida sin Blanca para ellos no fue la misma desde su partida. Ahora, y como una forma de recordar su incansable sonrisa y ganas de luchar por la vida, el Municipio de la ciudad de Río Gallegos decidió homenajear a la joven madre cuya vida fue arrebatada por la leucemia bautizando una Plazoleta del Barrio Juan Pablo II de la ciudad capital con su nombre.
La idea de llevar adelante este homenaje nació de sus propios compañeros del área de Comunicación Pública del Municipio, quienes compartieron 17 años junto a Blanca. Durante el homenaje Germán Pardo, padre de Blanca, dirigió unas sentidas palabras al público presente dedicadas a quien siempre será su pequeña: “Querida hija, hoy, 9 de diciembre de 2024, estamos aquí, tu madre, tu padre, tus hermanos, tus hijos, tus sobrinos, tus compañeros de trabajo, amigas y amigos, que te tienen presente y te recuerdan con mucho amor. En este día tan especial, en tu cumpleaños, te rendimos homenaje con todo el cariño y gratitud, y agradecemos a todos los que hicieron posible que tu nombre perdure aquí, en esta hermosa plaza, para que las futuras generaciones te recuerden siempre”, expresó.