Nahir recibió una de las mejores noticias: estaba embarazada. El nacimiento de un nuevo bebé traería aires frescos a su familia ya conformada por su marido y sus dos pequeños, quienes se convertirían, a partir del gran suceso, en hermanos mayores. Este embarazo fue muy esperado por la familia de Nahir, el cual transcurrió con normalidad hasta el mes de marzo.
La mamá, como suele ocurrir a lo largo de los embarazos, debió asistir a un control de rutina que consistió en una ecografía y un análisis de sangre. Durante la ecografía, los ecógrafos lograron observar que algo raro estaba sucediendo con el bebé de Nahir: “Estuve, básicamente, una hora haciéndome una ecografía durante la cual los ecógrafos no me decían nada y se miraban entre ellos hasta que bueno, me explican que mi bebé tiene que nacer”; contó Nahir a Ciberperiodismo Javiera Nasser.
“Me dijeron “tu bebé tiene que nacer ya porque no tiene líquido amniótico, no se está alimentando” así que bueno, yo me tuve que quedar en el Hospital internada mientras mi marido tuvo que salir a las corridas a buscar ropa”; recordó al igual que rememoró que, en ese entonces, se encontraban atravesando una situación económica complicada: “Veníamos teniendo una situación económica bastante ajustada -porque trabaja mi marido únicamente- por lo que fueron gastos así, repentinos, en pañales, ropita y demás”, puntualizó.
Tras el nacimiento de su bebé de 36 semanas de embarazo, quien logró pesar un total de 1 kilo 280 gramos, los médicos aseguraron que el mismo debía de ser derivado “porque estaba muy desnutrido”, por lo que los días posteriores a este fueron cruciales para el bebé. Sin embargo, el Hospital Regional local no contaba con los recursos necesarios para mantener al recién nacido con vida: “Debían darle una nutrición parenteral, que es como un suero preparado especialmente para el bebé, para que él pueda tener toda la vitamina que necesite. Eso acá directamente no estaba llegando, así que bueno, fuimos derivados el sábado 9 -si no me equivoco- con mi marido y mis hijos quedaron acá, a cargo de mi suegra”, relató.
El pequeño Ander, durante sus primeros días de vida.
Nahir recuerda el momento en el que debió ser internada en la provincia de Buenos Aires con mucha angustia: “Fue todo tan repentino que, al principio, yo no quería pedir ayuda por lo que los gastos de comida, transporte y demás por lo que lo hicimos en cuotas con mi marido -con su tarjeta- y, como además tenía a mis hijos acá, ellos igual tenían que comer así que había que mandarles plata para el colegio y demás. Luego me decidí a pedir ayuda”, relató. La mamá recuerda que, entre los gastos imprevistos, debieron abonar más de un millón de pesos para adquirir un carrito y un huevito para su bebé que fueron obligatorios para derivarlo en el sanatorio en el cual se encontraba.
Un pronóstico esperanzador y una noticia devastadora
Tras los primeros días críticos y la derivación, finalmente el bebé evolucionó favorablemente, sólo le faltaba aumentar de peso ya que se encontraba en un peso muy bajo. El día 13 de abril, finalmente, la familia retornó a Río Gallegos y un día, de manera inesperada, el pequeño no poseía signos vitales. Inmediatamente, se le intentó practicar maniobras de Reanimación Cardio Pulmonar al bebé sin éxito y, tras llamar a una ambulancia, la misma llevó al bebé al Hospital. Nahir recuerda esos oscuros momentos de una manera muy difusa: “Yo estaba en blanco, mi mente estaba totalmente en blanco. Me dijeron que le inyectaron algo, no sé la verdad. Yo sólo quería que me digan “tu bebé si soportó” y no, lo único que escuché fue “ya no está, no aguanto”, recordó.
Finalmente el bebé falleció y, a pesar de el intenso dolor de su familia, Nahir debió continuar con el proceso de trámites fúnebres para su pequeño por lo que decidió comenzar a recorrer diferentes locales de la capital provincial en donde se dedican a la elaboración de nichos: “Unos días después de que él falleció, más o menos el día 26 de junio, recorrí distintas marmolerías de la ciudad pidiendo presupuesto para su nicho. Tengo tres presupuestos diferentes -porque no hay muchos lugares acá- y el que más confianza nos dio y el que más económico era es de $950.000 (en junio). Ese presupuesto es solamente el mármol, sin ventana digamos, la ventana es aparte. Desde ahí nos dijeron que la ventana está, aproximadamente, $200.000 pero, como no la venden ahí, no me sabían confirmar el precio” indicó y calculó que, actualmente, dicho precio debe haber incrementado.
Nahir cuenta que en total podrían ser más de un millón de pesos en gastos para el nicho de su bebé por lo que, ante la imposibilidad de contar con esta suma, decidió llevar adelante dos rifas para poder costear los gastos del nicho de su bebé: “Hice dos rifas aparte, porque me ayudaron un montón de emprendimientos, así que hice una rifa de 300 números que, por decirlo así, es como para los adultos ya que los premios consisten en un asado, limpieza de auto, corte de pelo y demás. Por otro lado, tengo premios que son de ropita de bebé y todas cosas infantiles así que hice una rifa de adultos de 300 números y otra de 200 números con premios para infantes y adolescentes”, indicó. La rifa con premios para adultos cuenta con un total de 300 números y, la infantil, de un total de 200 números a razón de $3.000 cada uno.
Aquellas personas que deseen colaborar con Nahir y su familia comprando un número para la rifa pueden comunicarse al número 2966-712644 o colaborar al Alias: Nahirojeda1998